martes, 13 de octubre de 2020

PREMIO A LOS ABOGADOS ESPAÑOLES


Hoy, 13 de octubre de 2.020, los Abogados de nuestro país han sido nuevamente premiados. En esta ocasión, Dª Victoria Ortega, Presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, ha recibido de manos de Su Majestad el Rey, Don Felipe VI, el Premio otorgado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos.


La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ha reconocido este año a la Abogacía Española por el trabajo que Abogados y Abogadas han desarrollado durante la pandemia del COVID.


Durante la ceremonia de entrega de los galardones, presidida por SM el Rey, Felipe VI ha reconocido el “espíritu de compromiso y capacidad de los abogados para asumir riesgos” y ha destacado la trayectoria y méritos de los premiados, en el 25 aniversario de ATA, por “su apoyo y solidaridad con un sector fundamental para España”. Ha subrayado también el importante papel de los autónomos en la economía española insistiendo en que “lo vais a seguir teniendo en el proceso de recuperación de esta crisis, por vuestra dedicación y compromiso, que va en muchas ocasiones, más allá del deber”.


Por su parte, la Presidenta de la Abogacía Española, Dª Victoria Ortega, ha recogido el galardón en respresentación de todos los premiados e intervenido en nombre de todos ellos. Ortega ha agradecido la concesión de este premio “en un año que está siendo muy difícil para todos ellos y para los autónomos en su conjunto”, porque la pandemia “no sólo ha acabado con la vida de decenas de miles de personas, sino que además amenaza la supervivencia económica de cientos de miles de profesionales”, señalando que “quizá nuestro peor enemigo no haya sido solo el virus, sino la insolidaridad de algunos y la ola de miedo que ha traído consigo”.


La Presidenta de la Abogacía ha reconocido que es un premio colectivo a personas que trabajan de forma individual, “que pone en relieve que cuando sumamos tantos miles de esfuerzos individuales con un mismo objetivo, podemos vencer las dificultades más complejas para seguir avanzando como sociedad”, ha insistido.


Por último, ha incidido en que “con más o menos dificultades, vamos a vencer a esta enfermedad y al conjunto de adversidades que ha traído consigo”. Por tanto, “sabemos que tenemos los conocimientos y la capacidad necesaria, individualmente y como sociedad somos generosos y solidarios, trabajando unidos también saldremos de esta situación”.


Me gustaría añadir un recuerdo, desde este humilde blog, a los más de 120 compañeros que se han dejado la vida en el cumplimiento de su labor, permitiendo con ello el ejercicio del Derecho Constitucional a la defensa.

sábado, 10 de octubre de 2020

CURSOS, JORNADAS Y WEBINARIOS VARIOS

Cada año, la historia se repite: llega el último cuatrimestre y la vorágine de cursos, jornadas y congresos aterriza en nuestras vidas. Pero este 2.020 está siendo distinto en varios sentidos. Los cursos (llamados ahora “webinarios” muchos de ellos) se han multiplicado como consecuencia de la necesidad de estar al día de las innumerables novedades legislativas que se van produciendo día tras día, derivadas de la pandemia que nos asola. Esa proliferación se ha visto propiciada por el uso de las nuevas tecnologías, que nos han permitido estar presentes, desde nuestros ordenadores y teléfonos móviles, en toda España, sin necesidad de movernos de nuestros despachos. Eso sí, hemos perdido el contacto directo entre nosotros, la cercanía con los compañeros, compartir el “tercer tiempo”, … Vendrán tiempos mejores. Esperemos que sea pronto.


No sólo he asistido a gran número de jornadas, sino que, además, he tenido la suerte de impartir algunas.


En septiembre convencí a varios grandes juristas para impartir un curso en el ICAM sobre la modificación del Código Civil en materia de discapacidad. Los Abogados Ana Marta Almaraz García, de Salamanca, Carlos Fernández Pascual y Josefa García Lorente, de Madrid, el Notario de Córdoba Federico Cabello de Alba-Jurado y la Fiscal de Las Palmas Rosa Rubio Ramos, se dejaron liar a las primeras de cambio. Dirigir un curso con semejantes monstruos jurídicos fue como el concierto de Año Nuevo interpretando la Marcha Radetzky: ellos se dirigen solos. De nuevo, públicamente, mil gracias a todos ellos.


Y este jueves pasado tuve la última experiencia. Esta vez intervine como ponente, invitado por el Muy Ilustre Colegio de Abogados de Pamplona para impartir un curso sobre las personas con discapacidad ante los procesos penales, tanto en su papel de víctimas como en el de victimarios. No se puede hablar en este tipo de eventos de aforo completo, pero sí que el curso suscitó el interés de un centenar de compañeros. Gracias a todos ellos, al MICAP y a Celso Galar, gran compañero y culpable de mi presencia telemática en Pamplona. Te debo una visita a Iruña, Celso.


Pero el cuatrimestre no ha hecho más que comenzar. Quedan meses repletos de cursos, jornadas y congresos a los que asistir e intercambiar conocimientos con los demás compañeros del país. Seguro que la próxima entrada se parece a ésta. Hasta entonces, tengan cuidado ahí fuera.