jueves, 11 de noviembre de 2021

¿ONLINE O PRESENCIAL? ESA ES LA CUESTIÓN

 

En la anterior entrada lo anuncié: queda mucha formación. Y así ha sido. Y ha habido de todo: en los colegios de abogados de Almería, Murcia y Valencia, además de la ciudad de Lugo con las XXIII Jornadas de Derecho Penitenciario del Consejo General de la Abogacía; la mitad de los cursos se han desarrollado en formato telemático y la otra mitad de manera presencial; hemos hablado de la reforma de la discapacidad en la legislación civil (otra vez), de los Recursos de Casación y Amparo, del indulto y de la discapacidad en prisión. Variedad, como en botica.


El tiempo va pasando, y poco a poco me he ido encontrando más cómodo en mi nueva faceta. Pero sigue habiendo algo que no termina por convencerme: las clases telemáticas. Sí, sí, ya sé que Zoom, Teams y plataformas similares tienen muchas ventajas: facilidad de acceso, casi universal, llega a rincones imposibles, evitando desplazamientos, abaratamiento de costes,… Pero se pierde la cercanía, el contacto interpersonal, el calor humano, vaya. A las fotos me remito como prueba documental.


Queda todavía mucho por hacer en lo que resta de año. Casi todo el trabajo docente será presencial. Aunque de vez en cuando no me importa que alguno de los cursos se imparta online, esa frase de cuño pandémico de “ha venido para quedarse”, no me suena bien, no.