jueves, 2 de julio de 2020

HAY MÁS COSAS EN EL CIELO Y LA TIERRA, HORACIO


Han pasado tres meses y medio desde que se decretara el Estado de Alarma en España. En ese lapso de tiempo, nuestras vidas, sacudidas por una situación inusitadamente anormal, se han visto afectadas por una amplísima normativa creada ex novo. Hasta el 30 de junio, se han publicado un total de 448 normas de diverso rango, tanto por el Estado como por las Comunidades Autonómas.

Durante todo ese tiempo, los abogados no hemos cesado de trabajar, precisamente porque nuestra profesión nos obliga a estar al día de las novedades legislativas, máxime en las especiales circunstancias que hemos vivido; la mayoría hemos participado en decenas de seminarios on line vía zoom; los laboralistas no han tenido ni un minuto de descanso, fundamentalmente debido a los ERTE's; los fiscalistas han seguido elaborando y presentando declaraciones impositivas, sin olvidar que la campaña de la renta ha llegado en pleno confinamiento; los Abogados del Turno de Oficio (más de 100 a diario en la Comunidad de Madrid en funciones de guardia) han seguido prestando asistencia a detenidos y víctimas, unas veces vía telefónica y otras presencialmente, lo que ha derivado en el contagio de un buen número de ellos (algunos se quedaron en el camino).

Como el resto de la población, también nuestras vidas personales se han visto trastocadas, y hemos buscado fórmulas para sobrellevar el confinamiento. Las redes sociales nos han mostrado multitud de soluciones de lo más variopinto. En nuestro caso, hemos dedicado tiempo a las comidas (Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio), aún más elaboradas que de costumbre, con recetas que ya se han incorporado a nuestros menús diarios, y con la grata sorpresa de ver a mi hija como cocinera habitual.

En esta era de compartir con quien conoces (y sobretodo con quien desconoces) las fotos del día a día, quiero hacer lo propio con las fotos de algunos de los platos que mi familia me ha hecho disfrutar. No voy a incluir una descripción. Lo dejo a la imaginación del lector.

Nos vemos en el próximo post, seguramente en septiembre.