Querido
Ministro de Justicia. Quiero agradecerte la enorme estima en la que
nos tienes a los Abogados. Es evidente que nos consideras como
auténticos superhombres. Si no, no se explica que pienses que
seremos capaces de trabajar mañanas y tardes en los juzgados, así
como las mañanas de los sábados y el mes de agosto. Y todo ello sin
olvidar que nos quedará tiempo suficiente (las madrugadas, por
ejemplo) para redactar demandas, recursos y escritos varios, amén de
reunirnos con nuestros clientes para preparar vistas y asuntos (las
tardes de los sábados, no por ejemplo, sino por exclusión). Los
superhéroes no necesitamos turnos ni descansos. Ya sé, ya sé que
hay un domingo a la semana, pero Lexnet también requiere de mi
atención. Mi familia ha decidido esperar tiempos mejores.
Gracias en mi propio nombre y en el de mi familia, que me acompañará gustosa y feliz en este agosto de vacaciones judiciales. Hoy mismo me han dicho que te trasmita su entusiasmo. Hecho.
Gracias
de nuevo. En esta ocasión, como Letrado del Turno de Oficio, porque
opinas, con gran criterio, que no sólo somos capaces de trabajar en
condiciones difíciles (es un eufemismo, Ministro), sino que además
consideras que no hace falta que cobremos por nuestro trabajo.
Gracias,
muchas gracias, porque sé positivamente que nuestra formación
jurídica (la de los Letrados, se entiende) es algo que admiras y
respetas.
